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¿Qué causa la esclerosis múltiple?

Con la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario del cuerpo ataca al sistema nervioso central y causa daño que retrasa o interrumpe la trasmisión nerviosa.

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Causas (etiología) de la esclerosis múltiple

No sabemos con certeza qué causa la esclerosis múltiple. Los científicos creen que una combinación de factores desencadena la enfermedad. Los estudios respaldan la opinión de que la esclerosis múltiple surge cuando las personas con cierta combinación de genes quedan expuestas a algún factor ambiental que desencadena la enfermedad. Las investigaciones indican que el origen étnico y los factores geográficos también influyen.

Para identificar la causa de la esclerosis múltiple, se realizan estudios con respecto a:

  • inmunología (el estudio del sistema inmunitario),
  • epidemiología (el estudio de los patrones de enfermedad en grandes grupos de personas),
  • genética (información sobre genes que quizá funcionen indebidamente en las personas con esclerosis múltiple) y
  • agentes infecciosos (como los virus).

Comprender las causas de la esclerosis múltiple acelerará el proceso de descubrir tratamientos más eficaces y, a fin de cuentas, curarla. Lo ideal sería encontrar la manera de prevenir la esclerosis múltiple para comenzar.

Factores inmunitarios y la esclerosis múltiple

Con la esclerosis múltiple, una respuesta inmunitaria anormal causa inflamación y daño en el sistema nervioso central. En este tipo de respuesta inmunitaria anormal participan muchas células diferentes. Dos tipos importantes de células inmunitarias son las células T y las células B.

  • Las células T se activan en el sistema linfático y, con la esclerosis múltiple, ingresan al sistema nervioso central por los vasos sanguíneos. Una vez en el sistema nervioso central, las células T sueltan sustancias químicas que causan inflamación y daño. Esto provoca daño a la mielina, las fibras nerviosas y las células que producen mielina. Las células T también ayudan a activar las células B y hacen que otras células del sistema inmunitario participen en el ataque inmunitario.
  • Las células T reguladoras, un tipo de célula T, absorben o desactivan la inflamación. Con la esclerosis múltiple, las células T reguladoras no funcionan debidamente ni desactivan la inflamación de manera eficaz.
  • Las células T citotóxicas o “asesinas naturales” atacan directamente células con determinadas características y las destruyen.
  • Las células B se activan con la ayuda de las células T. Las células B producen anticuerpos y estimulan otras proteínas, y con la esclerosis múltiple, estas causan daño en el sistema nervioso central.

Los investigadores continúan buscando otras células y procesos que quizá contribuyan a la esclerosis múltiple. Seguimos esforzándonos por obtener más información sobre el proceso mediado por el sistema inmunitario en la esclerosis múltiple. Saber lo que la activa y cómo retrasarla o detenerla nos ayudará a encontrar mejores tratamientos y, a fin de cuentas, la cura.

Factores ambientales de la esclerosis múltiple

Aunque se desconoce la causa de la esclerosis múltiple, estamos averiguando más sobre los factores ambientales que contribuyen al riesgo de tener la enfermedad. No existe un solo factor de riesgo que cause la esclerosis múltiple. Se cree que varios factores contribuyen al riesgo general.

Factores geográficos y la esclerosis múltiple

Se sabe que la esclerosis múltiple ocurre con mayor frecuencia en las zonas más alejadas del ecuador. En un esfuerzo por comprender por qué, los epidemiólogos —científicos que estudian los patrones de enfermedad en grandes grupos de personas— observan las variaciones en factores geográficos, genéticos y demográficos (edad, sexo y origen étnico), las causas infecciosas y los patrones de migración. Por ejemplo, un estudio indica que la explicación de la mayor prevalencia de la esclerosis múltiple en esas zonas podría ser el acceso a la atención de salud allí.

Otros estudios han mostrado que quienes se mudan antes de los 15 años de edad tienden a adquirir el nivel de riesgo del lugar al que se trasladan, ya sea más alto o bajo. Dichos datos indican que la exposición a algún agente ambiental antes de la pubertad puede predisponer a las personas a tener esclerosis múltiple después.

Los "grupos" de esclerosis múltiple, la percepción de que se han producido muchos casos de esclerosis múltiple en un período o lugar específicos, pueden ofrecer pistas sobre el riesgo ambiental o genético de la enfermedad. Hasta ahora, los estudios de la esclerosis múltiple en grupos no han producido evidencia clara de la existencia de uno o varios factores causantes o desencadenantes de la enfermedad.

Antes de confirmar todas estas teorías, es necesario realizar más estudios.

Vitamina D y la esclerosis múltiple

Cada vez más pruebas indican que la vitamina D desempeña un papel importante en el surgimiento de la esclerosis múltiple. Se ha identificado como factor de riesgo un nivel bajo de vitamina D en la sangre. Algunos investigadores consideran que la exposición al sol (la fuente natural de vitamina D) quizá ayude a explicar la distribución de la esclerosis múltiple en las regiones más al norte y sur. Las personas que viven más cerca del ecuador están más expuestas a la luz solar todo el año. Como resultado, tienden a producir de manera natural más vitamina D, que se cree que contribuye a la función inmunitaria y puede ayudar a proteger a las personas contra enfermedades mediadas por el sistema inmunitario, como la esclerosis múltiple.

Se realizan estudios sobre los beneficios de los suplementos de vitamina D para prevenir y controlar la esclerosis múltiple. Si tiene preguntas sobre suplementos, consulte con su profesional de salud.

Tabaquismo y la esclerosis múltiple

Cada vez hay mayor evidencia de que el tabaquismo desempeña un papel importante en la esclerosis múltiple. Los estudios han demostrado que fumar aumenta el riesgo de esclerosis múltiple y está asociado con casos más graves y avance más rápido de la enfermedad. Afortunadamente, las pruebas también indican que existe una relación entre dejar de fumar, ya sea antes o después del inicio de la esclerosis múltiple, y la progresión más lenta de la discapacidad.

Obesidad y la esclerosis múltiple

Varios estudios han mostrado que la obesidad en la niñez y la adolescencia, en particular en muchachas, aumenta el riesgo de tener esclerosis múltiple después. Otros estudios han demostrado que la obesidad en adultos jóvenes también puede contribuir a un mayor riesgo de esclerosis múltiple. Además, en las personas con un diagnóstico de esclerosis múltiple, la obesidad puede contribuir a la inflamación y mayor actividad de la enfermedad (por ejemplo, recaídas y lesiones detectadas en imágenes de resonancia magnética).

Factores infecciosos de la esclerosis múltiple

Para determinar si los virus y bacterias tienen un papel en el surgimiento de la esclerosis múltiple, se han investigado o se investigan muchos, entre ellos el del sarampión, el moquillo o distemper canino, el herpes humano 6 (HHV-6), el de Epstein-Barr y la neumonía por clamidia. El virus de Epstein-Barr, que causa la mononucleosis, ha recibido mucha atención en años recientes. Cada vez más investigaciones indican que la infección previa por el virus de Epstein-Barr contribuye al riesgo de tener esclerosis múltiple.

Esto no significa que la esclerosis múltiple es una enfermedad infecciosa. La esclerosis múltiple no es una enfermedad infecciosa, pero virus latentes pueden contribuir a desencadenar los síntomas y la actividad de la enfermedad. Los virus que desempeñan un papel en la esclerosis múltiple —como el de Epstein-Barr y HHV-6— son infecciosos, pero no la esclerosis múltiple. No es causada directamente por gérmenes que ingresan al cuerpo ni se trasmite de una persona a otra. No es posible contagiarse de esclerosis múltiple.

¿La esclerosis múltiple es genética o hereditaria?

La esclerosis múltiple no es una enfermedad hereditaria; no se trasmite de generación en generación. Pero las personas pueden heredar un riesgo genético. Esto significa que la esclerosis múltiple no es genética de la misma manera en que lo son el cabello negro o los hoyuelos en las mejillas. De hecho, los investigadores han identificado aproximadamente 200 genes que pueden contribuir un poco al riesgo general de tener esclerosis múltiple.

Los estudios de mellizos han aportado pruebas de que los genes desempeñan alguna función en ella. En la población general, el riesgo de tener esclerosis múltiple es de aproximadamente 1 en 334. En gemelos, si uno tiene esclerosis múltiple, el riesgo de que el otro la tenga es de aproximadamente de 1 en 4. El riesgo de tenerla también aumenta cuando otros familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos) tienen esclerosis múltiple, pero mucho menos que en gemelos.

Se realizan investigaciones para entender la función del riesgo genético en la esclerosis múltiple.

Teorías no comprobadas sobre las causas de esclerosis múltiple

Los estudiosos han investigado muchas posibles causas de la esclerosis múltiple, sin producir pruebas de una relación. Entre estas teorías están aquellas sobre:

  • alergias ambientales,
  • exposición a mascotas,
  • exposición a metales pesados: el mercurio (incluido aquel usado en empastes dentales de amalgama), el plomo o el manganeso y
  • solventes orgánicos (químicos).

Algunas de estas teorías surgieron porque, en algunas personas, los primeros síntomas de esclerosis múltiple se presentaron después de quedar expuestas a algo nuevo en el ambiente. Estas teorías luego se descartaron en estudios científicos. Si tiene preguntas adicionales sobre algo a lo que haya estado expuesto, hágaselas a su profesional de salud.

Recursos adicionales

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